Haces que los días sean un poco menos grises,
y tu risa junto a la mía recompone poco a poco estas ruinas.
Y qué si la gente nos mira y habla por lo bajo,
nunca sabrán valorar la felicidad ajena.
Solo importan las risas que me provocas al hacerme cosquillas,
la forma en que se me eriza la piel al sentir tus dedos,
tus ganas y las mías de hacernos sentir bien a pesar de todo lo demás,
de parar un poco el mundo al cruzar nuestras miradas,
que todo lo demás desaparezca por momentos,
solo estemos tú y yo.
Ese don tuyo de conseguir sacarme todo lo malo de la cabeza con cualquier tontería de las tuyas,
de sacarme del subsuelo y levantarme algo por encima de las nubes,
dónde no hay nada más que tu mano agarrada a la mía,
y esa sensación de que pase lo que pase no me soltarás,
que envuelta en tus brazos estaré segura,
que aunque estalle el mundo me protegerás.
martes, 1 de septiembre de 2015
Escalofríos.
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